Los caminos de la vida naranja pusieron a Federico Renzetti dentro del selecto grupo de elegidos que defienden los colores de la Selección Argentina.
El ex jugador de Sportivo Pilar, encontró su sueño fuera de la cancha. En su carrera como entrenador, tras 6 años en Banco Nación, le llegó la oportunidad de sumarse al staff de las categorías formativas nacionales.
Sebastián Uranga, el ex jugador de la Selección, hoy director deportivo de la Confederación Argentina (CABB) lo contactó para sumarse al cuerpo técnico de la Albiceleste.
Fede quedó como Coordinador general de la Provincia de Buenos Aires en la zona norte, como segundo asistente de la categoría Sub 16 el año pasado y hoy es asistente en Sub 17.
Tiene dos grandes desafíos a corto plazo por delante como el Sudamericano de la categoría que se realizaría en Perú a mitad de año. Y esta misma camada será la que representarán a Argentina en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires 2018.
Y a largo plazo, es parte de la formación de los sucesores de la Generación Dorada.
“La Generación Dorada tuvo a monstruos separados por 4 o 5 años y encima, en puestos diferentes. Era una maquinaria perfecta. Ahora hay chicos muy altos, para poder competir a nivel internacional. Y los bajos, que no son tan bajos porque están arriba del metro noventa, son talentosos.
Es fácil ilusionarse, pero hay que tratar de hacerlo realidad”, le contó Renzetti a El Diario.
-¿Parte del recambio está en tus manos, cómo lo vivís?
- Por un lado es una presión. Cada vez que pienso la magnitud del trabajo, te sentís muy chiquitito, por todo lo que significa. Por otro lado, la motivación es tan grande que uno rompe las barreras. Tenés que mejorarte como profesional todo el tiempo. Trabajar más, para ser mejor, más eficiente.
“Lo mejor que tiene es cuando estás en la cancha. Porque tenés el mejor material del país. Después, como en todos los lugares, siempre hay un tema para solucionar. Pero te ponés la celeste y blanca y no importan los problemas. Los pateás, los enfrentás con otra cabeza, con otro hambre. Es una experiencia hermosa”, graficó.
“Estoy viviendo un sueño del que no me quiero despertar. Es más, quiero seguir soñando mucho más”, sentenció.
“Y sueño con muchas cosas más. Deseo que este sea el principio del sueño. El primer día que me dieron la ropa, la mirás y es algo increíble. Cuando estás en la Selección no tenés sueño, no te cansás, no tenés hambre. Te cambia la cabeza. Quiero seguir disfrutándolo, por eso sigo preparándome para estar a la altura de las circunstancias”, concluyó Renzetti.
Recambio de Oro
“La Generación Dorada, tuvo a monstruos separados por 4 o 5 años y encima, en puestos diferentes. Era una maquinaria perfecta”, describe Fede a la Selección Mayor.
“Ahora hay chicos muy altos, para poder competir a nivel internacional. Y los bajos, que no son tan bajos porque están arriba del metro noventa, son talentosos. Es fácil ilusionarse, pero hay que tratar de hacerlo realidad”, aclara.
“Uno de los objetivos era estirar las tallas desde chico. Fue siempre un talón de Aquiles de la Selección. Sabemos que no vamos a tener el poderío físico de Estados Unidos, pero se puede estar más cerca si plantamos la semilla 20 años antes”, describió.
“Ahora a esos grandes hay que tecnificarlos un montón. Por eso en las concentraciones trabajamos tanto en técnicas individuales. Buscamos que los equipos no vayan a los mundiales a sacarse fotos, sino a competir. Y que tengan una mística. Todo eso que dejó la Generación Dorada”, sentenció Renzetti.
“El mensaje es que son la Selección Argentina y tienen que trabajar siempre para ser mejores. Tenés una responsabilidad enorme”, concluyó.
Impensado
“Cuando estaba en Sportivo no tenía ni idea que iba a ser entrenador. Lo único que se me pasaba por la cabeza era jugar. Incluso pensaba estudiar Administración de Empresas. Terminé siendo entrenador de casualidad. El click lo di en mi primer año en Banco Nación. Me abrió la cabeza para el lado de entrenador. Ese fue el disparador”, describió Renzetti su trayectoria.
Identificación
“Soy de la corriente de Rubén Magnano. Cada uno con su impronta, sigue una línea de trabajo. Ser serio, comprometido, entrenar mucho, ser responsables. Hoy, te diría Nicolás Casalánguida. Porque es el más cercano y al que más le prestó atención”, señaló Fede.
Desarrollo integral
“El cargo de entrenador de la Selección o Banco Nación no me hace más persona que otro. El respeto y sobre todo hacia los jóvenes, tiene que estar ante todo. El jugador no deja de ser persona porque entra a una cancha de básquet. No somos máquinas. Somos individuos que tienen sus problemas, su vida personal. Hay que entrenar muy duro y también estudiar”, destacó.
En la mira
Como Coordinador de la zona norte, Renzetti confió que hay jugadores locales en carpeta de la Selección de la camada que conduce. Matías Zuttion (Sportivo Escobar), Franco Petruzzi (Sportivo) y Gonzalo Floriani (Derqui) tuvieron en campamentos y podrían estar algún proceso de pre selección.
Por Walter Cricrí para El Diario Regional de Pilar