En las matemáticas de la vida un número parece relacionarse mágicamente con el Uru Alonso: Tres. Tres ocupaciones, tres soles, tres tiros, tres puntos. Nacido hace 49 años al otro lado del Río de la Plata, Diego llegó a la Argentina a los 6, y no pasó mucho tiempo hasta que abrazara el deporte que había practicado Juan José, su papá, cuando defendía los colores de Waston y Nacional. Empezó a picar la naranja en el Club Atlético Huracán, en el primer año de premini, pero su familia se mudó a Quilmes, y continuó en mini en el Quilmes Athletic Club. Una nueva mudanza a Hurlingham lo hizo recalar en Defensores de esa ciudad, equipo en el que completó su formación basquetbolística y debutó en primera con tan sólo 16 años. Allí jugó hasta los 24, cuando una serie de lesiones en medio de la atareada agenda de estudiante de la licenciatura en marketing y de teatro, lo hicieron colgar las botas.
La pasión por las tablas fue fruto de un proceso, que Alonso comenzó a descubrir en la necesidad de comunicarse, para lentamente apasionarse por el teatro como un hecho artístico vivo. Ese sentimiento fue creciendo, impulsado por el descubrimiento de las obras de William Shakespeare y Antone Chejov, regalos de su tía Elisa durante su adolescencia. A partir de la lectura empezó a vincularse como espectador primero, y se subió al escenario después, con el grupo de teatro del colegio industrial N° 2 "República del Perú", de Hurlingham. Sin embargo fue hasta los 22 cuando comenzó a estudiar teatro con Luis Agustoni y Daniel Marcove, paralelamente con el marketing, para intentar hacer realidad su deseo de actuar. Poco tiempo después abandonó la Universidad para dedicarse exclusivamente a formarse como actor. Ya lleva hechas 15 obras en el teatro off y tuvo participaciones menores en dos películas.
15 Obras Teatrales y 2 participaciones menores en películas conforman el CV de Diego Alonso
Pero cuando de entregarse en cuerpo y alma a una actividad se trata, no son ni una, ni dos, sino tres las cosas que ocupan la vida de Diego: además de la actuación, hace más de 20 años dirige su empresa de ingeniería eléctrica y telecomunicaciones, su medio de vida; y finalmente está el básquet, su primer amor. La pasión es para Alonso el motor para desarrollar la actividad que uno elija, sea para actuar, para desarrollarse laboralmente, o practicar un deporte. Y la familia aporta el combustible emocional para seguir siempre adelante: no son ni uno, ni dos, sino tres los soles que iluminan su vida: Andrea, su esposa, psicologa; Charo, su primogénita de 22 años, a punto de recibirse de psicologa también; y Mora, de 14, aún en el secundario, la menor de sus hijas.
Más establecido en la vida familiar y laboral, y ya actuando por amor al arte, un día llegó la oportunidad de reencontrarse con la naranja tras 12 años de parate, cuando Martín Levin, uno de sus amigos, lo invitó a jugar el torneo bancario junto con otros de los que hasta hoy son sus compañeros y amigos en el Millonario: Andrés Inaebnit, Nicolás "Tolo" Cresci y Esteban "el Negro" Nepomnaschy. Desde 2010 empezó a representar a la Banda en las categorías +35 y luego se sumó al +45 (ahora +43).
El espíritu de equipo es fundamental tanto en el básquet como en la actuación. Cinco entran a la cancha en el deporte, y cuando Diego está en el quinteto, su fuerte no es encestar ni simples, ni dobles, sino triples (aunque no es la principal opción de gol con Martín "Chapa" Schapavaloff o Damian Terenzi en el equipo). Además de aportar su característico nerviosismo, propio de un tipo que le pone todo su ser a lo que hace.
En el teatro la cantidad de jugadores que salen a escena varía en función de la obra. En "Detalles de Autor", de Pablo Oliaro, en la actúa los fines de semana en el Espacio Del Borde, en San Telmo, son 7 los que pisan el campo de juego. Allí, el Uru, fiel al inquieto histrionismo como jugador, encarna a Sergio Risatti, un paciente psiquiátrico al que a priori todos sindican como el responsable de pegarle ni uno, ni dos, sino tres tiros al "Gallego", un amigo de años, al que presuntamente encontró con Lucrecia, su mujer, en una situación amorosa. La trama de la obra permitirá ir descubriendo la caracterización que hace Diego de su personaje, y los "detalles" de lo que parece un crimen que no lo tiene como responsable del asesinato. Alonso y un excelente elenco entretienen durante 75 minutos a los asistentes, y despierta las carcajadas cuando sostiene las imaginarias conversaciones teléfonicas que le asignaron a su personaje. 5 Inicial presenció la última función de 2017 (la obra volverá a la cartelera en Abril de 2018), en la que también estuvieron Andrés Inaebnit, el Negro Nepomnaschy, Domingo "Mingo" Croizier, Mario Pérez Talamonti y José Borasi, que se diviertieron con la obra, encontraron muchas similitudes entre Sergio, el personaje, y Diego, el jugador, y lo esperaron afuera para felicitarlo.
Amigos dentro y fuera de la cancha: Andrés Inaebnit, Esteban Nepomnaschy, Diego Alonso, Domingo Croizier, Mario Pérez Talamonti y José Borasi, a la salida del Teatro en San Telmo
En la vida, como en el arte, hay pasión y hay que jugarse, ni una, ni dos, sino tres veces al menos. Diego "Uru" Alonso Timonel decidió vivirla a pleno dentro de la cancha, arriba del escenario, y haciendo lo que sea que se proponga hacer.