Es sabido que los terceros tiempos del Maxibásquet en muchos casos más importantes que los partidos en sí, y lo equipos de FeBAMBA no son la excepción. Te contamos 4 historias de grupetes de amantes de la naranja que se animaron a compartir sus juntadas, además de facilitarte una galería de recuerdos de algunos partidos donde 5 Inicial recibí fotos...

En nuestro club

El Club Bella Vista lleva años luchando por su recuperación, y los jugadores del +35 y el +45 de la entidad Aurinegra se juntaron a comer en el quincho de la institución, reafirmando su pertenencia y su imperturbable decisión de defender al Tachero de cualquier amenaza, del mismo modo en que defienden la casaca dentro de la cancha.

Re-encuentro

Para los muchachos del Club Victoria de San Fernando, equipo que aspira sumarse al +45 de FeBAMBA en 2017, la noche de festejo tuvo un condimento especial. El grupo que arrancó desde mini para la mayoría perdió el rastro de Marcos Spíndola al llegar a cadetes. Pero la cena de amigos 2016 permitió el re-encuentro con el compañero, que debió irse a vivir a Italia, pero ahora regresó 30 años después y se sumó al grupo el mismo 20 de Julio.  Sus anécdotas de su vida en la bota del viejo mundo condimentaron una noche entrañable, donde que claro que los años pasan pero que la pasión por la naranja no afloja.

En Ramos son de buen comer

Los +45 del Rancho se juntaron a comer un menudo asado, demostrando que verse todos los Martes (muchos juegan en +35) y Jueves lejos está de ser un problema. Así, vivieron una linda noche llena de anécdotas y recuerdos.

Haciendo justicia con el justicieron

Los muchachos de San Fernando festejaron jugando un partido con los Papi-Básquet de Sportivo Escobar, y además se dieron el gusto de enfrentar a Gerardo Milán, el árbitro que, tras un pasado en el Tricolor, se dedicó a impartir justicia y despunta el vicio con los muchachos de la Capital de la Flor. El Momo Leveroni y su pandilla aprovecharon la ocasión para aplicar algunos correctivos sobre el colegiado, pero todo fue un ambiente cordial y terminó en una cena conjunta, como debe ser entre amigos.

Estas son algunas historias que tuvieron el Día del Amigo como excusa, pero no son las únicas, y afortunadamente el Maxibásquet dá para que cada partido se transforme en la excusa perfecta para pasar un buen momento con los amigos, después de hacer lo que a todos nos apasiona.