Sportivo sale de nuevo a la cancha. Tras su difícil tránsito por el Torneo Federal que dejó mucho más que un descenso deportivo, el Rojo intentará volver a ser desde el Clausura de Primera División de la Asociación Zárate-Campana.

Por los inconvenientes económicos que se arrastraron de la participación en la tercera categoría nacional, los de la Avenida no participaron del Oficial de la ABZC.

Pero durante el invierno, el básquet igual siguió latiendo en el parqué de La Caldera. Un grupo de ex jugadores del club se juntó todas las semanas para empezar jugando informalmente y con el paso del tiempo, se fue gestando la idea de representar al club oficialmente.

La dirigencia de las inferiores necesitaba que los chicos de la cantera tuvieran un lugar donde apuntar y también mayor roce en los entrenamientos.

Entonces, se decidieron a jugar el Clausura con algunos nombres de la vieja guardia del Rojo, como Martín Figueredo, Nicolás Lamarque y Martín Caruso. Tincho está en duda porque no puede comprometerse a estar en todos los encuentros, pero lo van a convencer y fichar para que juegue cuando esté disponible.

Otra ilusión es la de contar con Maximiliano Lamarque. El tremendo goleador de jerarquía de Liga Nacional, no ha vuelto a jugar desde que debió operarse dos vértebras de la columna.

Se mezcló en algunos de los entrenamientos y sería un nombre de lujo para el plantel, más allá que esté fuera de ritmo.

El entrenador de este regreso a las competencias en Primera será Juan Ortega. El DT de las inferiores y que ya supo estar al frente del plantel superior entre 2009 y 2010, se hará cargo.

Así podrá coordinar el paso a los mayores de las principales promesas del club, como Francisco Ruíz, Agustín Laugas y Lucas Petruzzi (Sub 17) y los juveniles Federico Parodi, Federico Muller, Cristian Pérez y Adriel Rodríguez.

Reformas en La Caldera

Más allá de la alegría en la Avenida por volver a las competencias, es una realidad que el gimnasio de La Caldera no reúne las medidas exigidas de la cancha de básquet.

Por eso no pudo jugar el Federal en Pilar y hace ya más de un año que no lo hace en Primera en su propio gimnasio.

Entonces, el plan será reformarlo. Según analizaron, deberán demoler los balcones laterales que dan a la Avenida Márquez y también los que están detrás del aro que da al gimnasio de fútbol.

De esa manera, podrán ensanchar 2 metros las dimensiones de la cancha y en el largo, llevarían el tablero hasta la pared del gimnasio contiguo.

En cuanto al parqué, para el ancho no habría problemas y se utilizaría todo lo que excede la cancha actual, que está pintado de rojo.

En cambio, para el largo, se necesitará romper el piso y colocar unos 2 metros de madera para conseguir los 30 por 15 exigidos por el reglamento del básquet.

Fuente: El Diario Regional de Pilar