Estudiantil tuvo la mejor calificación en Baradero

Martes, 21 Febrero 2017 17:59

Estudiantil tuvo la mejor calificación en Baradero

Escrito por 5 Inicial

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Porteño mostró sus virtudes para dominar el encuentro Sub 13 en cancha del Negro. Venció en la final a Náutico Zárate.

A veces, la realidad invade de manera repentina nuestras vidas y sorprende más de lo que uno piensa que va a sorprender. Esa realidad puede aparecer en cualquier campo humano de una persona, como por ejemplo: en la vida social, en un empleo, entre otros. En este caso, se cita al deporte como eje central.

Hay un refrán que dice: “Existen maneras de hacer fácil lo que parece difícil”. Esta frase, que usted lector puede conocer o desconocer, sirve perfectamente de introducción para explicar cómo el Club Atlético Estudiantil Porteño de la ciudad de Ramos Mejía se consagró campeón invicto del certamen U13 que organizó, el 18 de febrero pasado, el Club Atlético Baradero en sus dos escenarios basquetbolísticos.

La ideología de juego que la institución deportiva bonaerense impartió durante toda la competencia, no logró ser demolida por los demás participantes. No hubo una cuestión de talento galáctico por parte de Estudiantil Porteño que fuese extremadamente superior al de los otros equipos. La clave de la coronación del campeonato pasó por una cuestión lógica y simple de este deporte: la enorme capacidad para interpretar las posibles oportunidades de anotación que se dieron durante el transcurso de cada duelo.

Las secuencias de las jugadas eran concisas: si el equipo recuperaba el balón rápido y se presentaba una vía de gol por medio de un contraataque, el jugador que trasladaba la naranja, en la mayoría de las veces, ocupaba el carril del centro de la cancha (eje central como se lo conoce en la jerga basquetbolística) mientras que uno o dos de sus compañeros corrían por ambos sectores de la pista con la finalidad de generar enormes espacios en el ataque y culminar la posesión de juego en una conversión rápida.

Esas ocasiones de marcar fácil en el canasto se pudieron visibilizar en los cuatro partidos que el conjunto de preinfantiles comandado por Fausto Pertuzzo disputó durante su estada en la localidad de Baradero. En líneas generales, el equipo que se convirtió en el colonizador de este torneo exhibió por doquier su estupendo nivel de juego y, sinceramente, materializó en una realidad ése refrán que dice: “Existen maneras de hacer fácil lo que parece difícil”.

Octavo lugar para los “Negritos”

Al parecer, el cambio de categoría que sufrió el “Albinegro” fue uno de los factores que influyó en el resultado obtenido en el torneo U13: un octavo puesto sobre el mismo número de partícipes. No existe motivo para aplacar la tarea de los chicos dentro del rectángulo de juego. Es comprensible que los resultados positivos no acompañen de la mano a este plantel que recorre y vive una etapa de transición generacional.

El no cosechar buenos resultados en esta clase de competencias, no significa que todo el trabajo técnico y táctico que se lleva a cabo en los entrenamientos diarios hay que tirarlo por la borda. Al contrario, estos magros resultados sirven de ejemplos para analizar e interpretar qué tipo de aspectos del juego se pueden mejorar de aquí en adelante. Hay un lema que manifiesta: “De las derrotas se aprende”. Atlético Baradero deberá emplear ese lema, luego de esa última posición conseguida en un torneo que tejió relaciones humanas entre personas provenientes de varias ciudades como Ramos Mejía, Pilar, Zárate, San Pedro, San Nicolás y Baradero.

Por otra parte, la organización que estuvo a cargo de un inmenso y laburador grupo de personas allegadas al club, entre ellos varios padres de chicos que pertenecen a otras categorías, jugadores del club, dirigentes y profesores de básquet, le brindó una atención impresionante en cada momento a los clubes que se acercaron a las instalaciones del “Negro”. Esa atención es digna de una merecedora distinción porque expone a rienda suelta que, para este tipo de eventos deportivos, en Atlético Baradero hay personas que dejan sus obligaciones o ceden su tiempo de ocio para aportar un granito de arena en lo que haga falta.