Viernes, 12 Septiembre 2014 01:00
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Memo a la conquista del Sur

Román Rodríguez arrancó la pretemporada en Huracán de Trelew. "Tenemos buen material", destacó.

 

 

La prensa de Huracán dialogó con Román “Memo” Rodríguez, uno de los nuevos jugadores que integran el plantel del TNA del Huracán de Trelew.

Memo contó sobre sus inicios en este deporte, su paso por el básquet universitario de Estados Unidos y su pasado reciente en Unión de Santa Fe. También nos habló sobre sus expectativas para la presente temporada en la que vestirá los colores del club.

 

PH-¿Como fue tu primer contacto con el mundo del básquet?

RR-Yo empiezo a jugar al básquet en Sportivo Pilar a los cuatro años, siguiendo los pasos de Renzo, mi hermano más grande. Justo en esos años Sportivo Pilar ascendió de la división “C” a la “B”, fue en la temporada 89/90 y luego de la “B” al TNA. Yo tenía 9 o 10 años cuando ocurrió todo eso y hasta el día de hoy lo recuerdo. Tuve la suerte que tienen los chicos de Huracán hoy, con mis compañeros íbamos todos los partidos, teníamos contactos con los jugadores. En ese momento había tres americanos, dos nacionalizados, imagínate que para nosotros tener tres extranjeros caminando por el club era algo que nos sorprendía y nos motivaba. Como les pasa a los chicos ahora, ver americanos, recambio de jugadores, jugadores profesionales entrenando luego de ellos. Eso me pasaba a mi cuando era niño. Fue un furor en el comienzo de los 90´s. El básquet se vivía con mucha intensidad en Pilar, además no había fútbol. Estábamos dedicados pura y exclusivamente al básquet. A su vez, Sportivo Pilar siempre fue un club de tradición basquetbolística. Desde chico respiro básquet.

 

PH- ¿Y como es Sportivo Pilar? ¿Parecido a Huracán?

RR-Es distinto, más chico que Huracán, las medidas de la cancha no son las adecuadas, imagínate que no se puede tirar del corner. Es una cancha que le dicen “La caldera del diablo”, para los visitantes era muy difícil jugar ahí. La cancha es linda, más allá de que el parquet esta un poco venido a menos. Yo hoy en día voy a ver a mis sobrinos Bruno y Joaquín, que tienen 13 y 9 años y están todo el día con una pelota de básquet. Eso esta bárbaro, es el reflejo de cuando uno era chico.

En cuanto a la cancha de Huracán, recuerdo cuando vine esta año a jugar acá con Unión, la cancha me pareció muy coqueta, el parquet perfecto, muy prolija.

 

PH-La gente que recién llega al club dice que es una muy linda cancha pero que a los tiradores se les complica porque es difícil encontrar referencias…

RR- Lo tomo como un desafío (risas). Cuando me tocó ir a jugar a Unión pensé que se me iba a complicar más, porque en esa cancha si que está todo lejos, ahí sí que no tenés referencias. Pero después arrancás a jugar y te olvidas de todo eso. Creo que la voy a disfrutar, reitero la cancha está muy linda.

 

PH-¿Cómo aparece en tu vida la alternativa de jugar en Estados Unidos?

RR-A los 16 años me reclutó Boca Juniors, estuve casi dos años en la institución. En una Semana Santa fueron a ver la práctica un par de entrenadores de una Universidad de Estados Unidos, estaban recorriendo el país buscando jugadores. Le llamamos la atención tanto yo como un amigo del club y ellos me ofrecieron una beca para ir a Estados Unidos a estudiar y jugar, cosa que me interesó desde un primer momento. Para poder concretarlo conté con el apoyo incondicional de mi familia que me ayudó muchísimo. Mis hermanos más grandes, que para mí son como mis segundos padres, me ayudaron mucho en la decisión. Así que arranqué, me fui a los 17 años, tuve que madurar rápido. Terminé el último año de Secundaria en la ciudad de For Smith. Después hice dos años de Junior College, también en la ciudad de For Smith, en el Estado de Arkansas. Ahí me tocó salir campeón nacional, fue una experiencia bárbara. Luego hice dos años en la Universidad Ouachita Baptist, en el mismo Estado de Arkansas. Ahí jugué la NCAA II. Fue una experiencia muy enriquecedora por donde la mires.

 

PH-¿Pudiste complementar el estudio con la práctica del básquet?

RR-Allá es como uno ve en las películas, si no te va bien en la Universidad o en la Secundaria no jugás, tenés que tener un promedio elevado para poder jugar básquet. Y eso esta bueno, estás completamente enfocado en lo que tenés que hacer, tanto en lo deportivo como en lo académico. Yo fui sin saber absolutamente nada de inglés, lo cual complicó un poco más las cosas. Al principio me costó, pero después con el tiempo le agarré la mano, estudié mucho y eso permitió que se me abran otras puertas. Ya la barrera del idioma estaba superada. Estudié cuatro años en la Universidad y me recibí de Licenciado en Relaciones Humanas. Ojala algún día lo pueda revalidar y hacer ejercer en la Argentina con ese título.

 

PH-¿Cómo fue la vuelta al país?

RR-Me costó la adaptación, tanto en lo basquetbolístico, cono en lo extra deportivo. Por ahí me tocó ir a algunos lugares donde las condiciones no estaban dadas para poder dar lo mejor de mí. De hecho hasta Unión de Santa Fe no había tenido una temporada decididamente buena. Muchos altos y bajos.

 

PH-El paso por Unión te marcó…

RR-Cuando fui a Unión, venía de jugar TNA con Echagüe, tenía posibilidades de seguir jugando TNA, pero decidí bajar, quería ponerme bien, agarrar confianza, encontrar mi juego. La apuesta salió bien. Creo que ahí empezó un antes y un después. Fue muy bueno salir campeón de un Torneo Federal en el que compiten 55 equipos, con lo larga que es la temporada y con todas las cosas que pasan en el medio. La gente lo apreció mucho. Unión es un club muy futbolero, pero el público nos empezó a acompañar en gran cantidad, la cancha que es gigante se llenó en varias ocasiones. Después siguió en el TNA, así que muy agradecido con la gente de Unión. Fueron dos años muy intensos, muy lindos para mí y para mi familia, para mi novia Camila, para todos.

 

PH-Y con esa ese triple de la mitad de la cancha en la Semifinales del Torneo Federal contra Barrio Parque que te va a acompañar toda la vida…

RR-Lo que ocurrió ese 26 de Mayo sin dudas me marcó muchísimo. En ese momento dije que uno sueña despierto con esos instantes. De chico veía las diez mejores jugadas de la NBA y decía “Lo quiero hacer”. Y se dieron un montón de condimentos, el estadio lleno, estábamos obligados a ganar. Estaba mi familia en la cancha y hasta un amigo que había venido de Estados Unidos. Es un gran recuerdo que me marcó muchísimo en mi vida.

 

PH-¿Qué te dejó haber conocido a Carlos Delfino en tu paso por Unión?

RR-Un día me dijeron que iba a venir a entrenar con el plantel que estábamos compitiendo en el Torneo Federal. Yo estaba como un nene, no veía la hora de que llegue. Bueno, un día entré al vestuario y Carlos estaba ahí. En tipo muy común, sencillo, igual que nosotros. Estuvo entrenando cerca de un mes con el plantel. Pegamos muy buena onda, yo tenía una buena relación con Lucio, el hermano, que era más chico pero entrenaba con nosotros. Después Carlos se fue a Houston pero nos seguimos escribiendo por whatsapp o por Twiter. A veces le decía a mi novia “mirá me escribió Carlitos”. Cada vez que me escribía, me quedaban lo ojos iluminados. Porque no terminas de caer que estás hablando con un protagonista de la Generación Dorada. De hecho Delfino estaba en cancha el día del famoso triple. Hemos conversado, nos invitó un par de veces a comer a la casa. Es una caricia linda que me dio el básquet. Son recuerdos imborrables que te deja este deporte.

 

PH- Entrando más en tu faceta de jugador, ¿cuál es tu principal virtud y que aspecto del juego querés mejorar esta temporada?

RR-Soy un tirador de tres puntos. Puedo jugar en las dos posiciones del perímetro, de 2 o de 3, hoy como se juga al básquet con 4 abierto, también puedo jugar en esa posición. Creo que el “Zurdo”, por los nombres que tenemos, armó un plantel bastante polifuncional. Le quiero seguir dando eso a Huracán.

Tengo que seguir mejorar en cosas como la penetración, que lo vengo haciendo, en el último año en Unión he esta yendo mucho mas para adentro de lo que iba usualmente. En referencia a la parte defensiva, tengo que mejorar. Creo que lo puedo hacer. A veces son cuestiones más de querer hacerlo, que de técnica. Tenés que ponerte en la cabeza que lo podés hacer. Quiero darle una mano al equipo atrás. Si bien no hablé con el “Zurdo” aún, es posible que el quiera que defendamos duro y podamos correr. En la pretemporada tenemos que ponernos bien atléticos para poder cumplir con el plan de juego del entrenador.

 

PH-¿Crees que Miravet te puede potenciar en ese aspecto?

RR-Sin dudas. Soy consciente de eso, se por comentarios como trabaja el “Zurdo”, que hace mucho hincapié en la defensa. De hecho la serie del año pasado entre Huracán y Unión tuvo sesenta y pico de puntos de promedio. Creo que es un aspecto de mi juego que puedo mejorar. En cuanto a las chances que tenía, la mejor opción para mí, para poder seguir mejorando, era estar con un entrenador que haga hincapié en eso. Ojalá que me sienta bien para poder aportarle a mis compañeros lo máximo tanto en ataque como en defensa.

 

PH-¿Se plantean un objetivo como grupo o la idea es ir partido a partido?

RR-Capaz que es un poco prematuro hablar de un objetivo con una semana de trabajo. Lo que te puedo decir es que por los jugadores que tenemos, creo que hay muy buen material. Después uno se plantea objetivos a corto plazo. Tratar de hacer una buena Fase Regular. Después los Playoffs son una historia aparte. Uno se resfrió, otro se levantó con un mal día y quedaste afuera. Tenemos que encontrar esa buena química para estar preparados cuando nos toque competir y que eso nos permita ir para arriba. Cuando llega el momento todos queremos ir para arriba.-

 

PING PONG

a) Música preferida

No te va Gustar, La Vela Puerca y me gustan mucho las Fabulosos Cadillacs. Me quedó la cuenta pendiente porque nunca pude verlos.

 

b) ¿Cómo surge el apodo?

Culpa de mi mamá y mi hermana, cuando era chiquito en lugar de decir caramelo decía memo, y así quedó.

 

c) Otros deportes:

Jugué de chiquito al tenis, pero poco, siempre me dediqué mucho al básquet.

 

d) La Generación Dorada en dos palabras:

Orgullo y placer haberlos visto competir durante estos diez años.

 

e) Un ídolo:

De chico mi ídolo siempre fue el “Pichi” Campana y cumplí el sueño del pibe, porque me tocó jugar con él en Boca. También decía que mi ídolo era mi hermano, pasa que era bueno medio rústico (risas), así que mejor el “Pichi”.

 

f) Maranguello dice que te gusta demasiado el roce, ¿verdadero o falso?

(risas) Es una falacia de Maranguello, es para que no digan lo que pega él (risas).

 

g) ¿Qué es el básquet para “Memo”?

Mi vida, es el estilo de vida que elegí, gracias a Dios la gente que tengo al lado me apoya. Soy un privilegiado de poder hacer todos los días lo que amo.

 

Por Prensa Huracán de Trelew

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