Ganó el que se esperaba desde el primer día. Ese que se paseó sin oposición en la primera fase. El que en cuartos de final sacó del camino a un durísimo Ingeniero Raver. El mismo que estuvo a minutos de morder el polvo ante Selección en la semi. El que apabulló a su rival de la final en la primera fase. El que parece que pierde, y luego te gana. El que no conoce la derrota desde hace dos años. Pero la final no fue un trámite. Enfrente tuvo a un gran rival, que le jugó de igual a igual hasta que las piernas le dijeron basta y sucumbió ante la calidad y cantidad de ese grupo de muchachos, en su mayoría producto de la factoría que Augusto Pastore, presente en el banco de suplentes por invitación de los hombres a los que supo enseñar cuando niños.

Con el antecedente del 84-41 en favor de los muchachos de Náutico, la duda era qué tanta oposición podía hacer el Albirrojo, y en verdad fue mucha. Tanto que  en los primeros diez de juego el que arrancó picante fue Paraná, con Amatrain. Zárate y Diego Ailloud lastimando desde el perímetro para adelantarse 11-1, obligando a Víctor Manual "Polaco" Rodríguez (11) a revantarse de la banca para pedir un minuto. Tras la pausa, Náutico salió con mayor determinación, y se puso en partido, aunque no pudo evitar que su rival se quedara con  la primera manga 21-19. En el segundo período el Ancla apostó al poste bajo con el Polaco y Cominguez , y la estrategia sirvió parcialmente,porque se encontraron con la tenaz oposición que ofreció Emanuel Vallejos (10), a lo largo de casi toda la noche. Sin embargo, algunas contras ante los primeros signos de cansancio de los paranaenses, posibilitaron un parcial de 22-16 que depositó al campeón defensor en la vanguardia por 41 a 37 al llegar el descanso largo.

Hasta aquí, el partido distaba mucho de aquel que había terminado 54-20 en la primera mitad, y si bien el favorito seguía siendo el defensor del título, estaba claro que no sería un paseo.

Luego del entretiempo, se esperaba que el Ancla metiera lo mejor que tiene en cancha y marcara la diferencia. Con Luciano "Chicho" Suárez y Rítoli en la conducción, y la dupla Rodríguez-Comínguez en la pintura, el actual campeón tuvo una gran produccón, aprovechando los ratos de lucidez de sus figuras, pero no pudieron evitar que entre Vallejos, Amatrain, Allioud y Zárate se las ingeniaran para mantener a Paraná en partido. El parcial fue de 30-25 para Náutico, que ingresó en la recta final adelante 71-62. Pero el esfuerzo realizado por los muchachos que dirige Daniel "Huevo" Lamelza fue demasiado, y en el epílogo el Albirrojo comenzó a quedarse. Rítoli frotó la lámpara, como un año atrás en la final ante Tortugas, y con tres triples de su autoría el partido se quebró. Paraná había entrado en desesperación por descontar, y perdió la línea, por lo que la diferencia final fue exagerada en relación a lo que vio el nutrido público que se acercó a ver la final.

El Ancla es campeón, y extiende su dominio en el Torneo de Verano del CBC, y lleva dos años invicto. Paraná es el cuarto equipo que inscribe su nombre en la final (el CBC y Tortugas son los dos), y deja una gran impresión.

Gran partido, como corolario de un gran torneo para Paraná, que termina subcampeón +35 en el Torneo del Campana Boat

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